DATOS BIOGRÁFICOS DE HUAMAN POMA II
Fecha
de Nacimiento: 05/09/1952
Natural
de: Distritos de Sancos, Prov. Lucanas
Dept. de Ayacucho.
De Niño fue pastor de ovejas y de llamas en las praderas de
Lucanas; por haber sido abandonado por
su padre, vivió en el seno de los Abuelos; llegó al valle de Acarí aún niño en
1960 en busca de su madre, la madre siendo obrera de la hacienda Chocavento lo protegió hasta el año 1963,
luego se trasladó a la mina de Marcona ya que su padre era obrero en la mina.
En 1969, se aventuró a Lima sin conocer, hospedándose en un cuarto alquilado,
vivió en la Capital hasta 1975, terminó sus estudios técnicos en construcción
civil, viajó a Lambayeque a trabajar en el Proyecto Olmos, Olmos fúe el
escenario para escribir el libro, “Chótanos, bandoleros y Justicieros”,
inspirado en las palabras del ex bandolero don Emiliano Bazán Rupay.
CONTENIDO DE
LIBRO QUE SE VA PRESENTAR
LEGADO HISTÓRICO DE LOS “CHOTANOS BANDOLEROS Y JUSTICIEROS”
Los Gamonales que se imponían a sangre y
fuego contra lo jornalero que se atrevían a rebelarse contra sus abusos, los bandoleros
de Chota en armas, los montoneros de Arequipa o los Qorilazos de Andahuaylas, y
los Moro chucos de Ayacucho eran el escenario de las embrionarias luchas contra
un sistema asfixiante semifeudal,
mientras en la capital, ajena a esta lacerante realidad, los grupos políticos
se enfrascaban en la pugna por el poder.
El eco de las matanzas de campesinos, que los
gobiernos de turno se limitaban a calificar como delincuenciales, llegaron a
los claustros de la universidad de san marcos, donde los estudiantes revolucionarios
decidieron tomar las banderas reivindicativas y apoyaron a las demandas de los diputados por
Cajamarca, Lambayeque y Trujillo,
quienes clamaban por un salario justo
para los jornaleros de las haciendas.
La convulsionada Historia que se libra en el
campo, los abusos de las clases dominantes, apoyados por los lacayos de los
gobiernos de turno, y la lucha de los estudiantes sanmarquinos, liderados por
el joven Víctor Raúl Haya de la Torre, se reflejan en toda su magnitud en el
Libro “Chotanos Bandoleros y Justicieros” de Huamán Poma II.
Estos pasajes de rebeliones y levantamientos
en las primeras décadas del siglo XX, tan poco difundidas a pesar de su
importancia histórica, son los pilares de una revolución social que se extendió
a hasta la Capital, sino a toda Latinoamericana.
Los gobernantes de entonces no solo hicieron
oídos sordos, sino que salieron en defensa del sistema colonial de la economía,
enviaron tropas a proteger las haciendas semifeudales, siguiendo la ruta
tradicional de las revoluciones militaristas y de gobiernos de caudillaje, con
la fuerza de los fusiles para sofocar los levantamientos.
La llama de una revolución social se había
encendido en el Joven Víctor Raúl Haya de la Torre quien, acompañado de
aguerridos compañeros, encausaron la lucha con un programa político que no se
limitaba a los aumentos salariales, sino en la lucha por las 8 horas de
trabajo, libre sindicalización y poner fin a la sangrienta explotación de los
gamonales.
En los salones de san Marcos se levantaron
las banderas de justicia social que los gamonales despreciaban, seguros del
apoyo político y militar continuaba y, como señal Huamán Poma II, el hostigamiento
de los bandoleros del campo continuaban, era de venir e ir de los batallones de
la caballería a las provincias. Casiano Alvites, des pues de la muerte de
Emiliano y de Abraham; se habían concentrado en las serranías de Trujillo, en
el camino de Pacasmayo a Cajamarca.
Las fuerzas reaccionarias respondieron con
las armas en todo el país, desde las matanzas
en el campo y las represalias en el corazón de la capital. Los discursos
en la cámara de los diputados o las
revueltas callejeras ocasionales no eran suficientes hasta que se consolido la
agremiación de las fuerzas productivas, con ello, nacieron los sindicatos
clasistas y unitarios.
En ese sentido Huamán Poma II, nos recuerda
que “ el entendimiento del joven Víctor Raúl, a pesar de sus orígenes
aristocráticos, el compromiso era con aquellos jornaleros del campo y de la
ciudad; en definitiva, con el país que
estaba pasando su primera experiencia, hacia una sociedad moderna con el
engranaje también hacia el mundo”.
En enero 1919, Víctor Raúl se convirtió en
uno de los líderes revolucionarios el establecimiento de las ocho horas de
trabajo; y, en octubre de ese año, fue elegido presidente de la federación de
estudiantes del Perú, encabezado las protestas de los explotados contra el
gobierno de Leguía, dejando el legado histórico de una verdadera revolución
social.