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martes, 16 de julio de 2013

CARTAS DEL TAHUANTINSUYU


PRESENTACIÓN
Cartas del Tahuantinsuyu, es la exaltación de una gesta de pensadores de la nación andina, cuyo compromiso será sembrar oportunidades para el descubrimiento del bagaje de ilusiones del provinciano.
Si bien es cierto, hoy en día, los provincianos de las tres regiones del país, hemos creado una economía popular con el esfuerzo propio, venciendo las adversidadesque el destino nos planteó; es preciso, diseñar una ruta revolucionaria de reciprocidad, acogiendo las experiencias históricas de nuestro país.
El país, en esta década del siglo XXI, está viviendo experiencias amargas, después de una pesadilla a los finales del siglo XX, es oportuno direccionar el timonel de este país, a un horizonte de una nueva doctrina gobernativa, recogiendo lo bueno de la democracia, también lo bueno de los acontecimientos de nuestra historia republicana y ancestral.
Se avizoran personajes, nuevas caras en la escena política, desde el político dogmático y caduco, hasta lo nuevo y desconocido, y, la esperanza del pueblo persiste para aclamarlo como su líder, será responsabilidad de cada uno de estos actores, de lidiar con propuestas políticas pragmáticas.
En estos tiempos, ofrecer promesas fenomenales que nunca se lograrán, serán inútiles.
El discurso radicará, en la búsqueda de la medicina para este país enfermo, la medicina es la decisión política, la decisión es poner a la democracia en el banquillo de los acusados, por haber parido la peor enfermedad de destrucción de la conciencia del hombre. Gracias a la democracia, por el terrorismo, el narcotráfico, el crimen organizado, gracias a la democracia, por la corrupción y la repartija de las riquezas del país en el anonimato.
Si los nuevos líderes comprendieran la gravedad del cáncer de este país, supieran diagnosticar con sus propuestas precisas, sería el nacimiento de una nueva doctrina gobernativa, pero, más parecen agoreros de la suerte, arrimándose a los faraones del holocausto.

MANIFIESTO DE LOS DESCENDIENTES DEL TAHUANTINSUYU:
Han transcurrido 481 años desde la llegada de los conquistadores de la península ibérica a estas tierras del gran Tahuantinsuyu, el trauma de esta conquista, tuvo tal vez sus encantos y desencantos que mellaron en la conciencia de los naturales, ocasionando esto, en un desconcierto general del mundo Tahuantinsuyano.
Un mundo globalizado que era entonces el Tahuantinsuyu, gracias al sistema de gobierno patriarcal, donde el patrón del comportamiento social radicó en sus leyes naturales de reciprocidad. Ninguna civilización del viejo mundo europeo superó a esta civilización precolombina de naturales.
Los mediterráneos ibéricos, para mantener su primacía y dominio, como manera preventiva, tenían que confrontar a los pueblos entre sí, con la promesa de otorgarles un mundo de civilización al estilo Europeo. Para los conquistadores españoles, les fue muy fácil la conquista; al encontrar a un reino sin resistencia militar; con la supuesta imaginación burda, de que este reino se encontraba en el desgaste social y militar; si fuera así, por lo menos la respuesta de contención se hubiera gestado siquiera de manera aislada.
La palabra “guerra”, en el idioma de los naturales no existe, la palabra Emperador, Rey, tampoco existen; por lo tanto, en este mundo del Tahuantinsuyu, no se llevo a cabo tales hechos; confundir, la palabra Inca por emperador, la palabra Sinchi por guerrero, es un error, cuando cada uno de estas palabras corresponden a una típica denominación familiar del ayllu cusqueño y, la del Sinchi se refiere a la de un sabio constructor.
Las ciencias sociales y la historia no han podido interpretar fehacientemente el desarrollo social del Tahuantinsuyu; primero, por carecer del conocimiento del idioma, segundo, por tratar de interpretar a la historia de este mundo de naturales, meramente al estilo europeo. Es suficiente para darse cuenta, el conocimiento y aceptación de las tres leyes naturales del Tahuantinsuyu; que concluyen en su esencia la reciprocidad social, el Ayni la Minca, la Mita. Gracias a este tríptico del comportamiento social, para que creciera radicalmente el Tahuantinsuyu. Con estas tres constancias sociales yo, certifico, de la no existencia de guerras ni sometimiento al hombre natural a la voluntad de un soberano.
El ciudadano del Tahuantinsuyu, después de dar cumplimiento con las tres leyes naturales, también estuvo regido por el código moral, que era entonces un concepto de conciencia, conllevando al ciudadano una vida de calidad inquebrantable. El respeto a la vida humana, el respeto a todo ser viviente y fenómenos naturales, era de primacía, de la pachamama somos y, a la pachamama vamos, entre tanto, la ciencia se desarrolló bajo esos principios, tal vez la naturaleza se dejaba descubrir, para ser utilizado en bien común.
Siglo XXI, Año 2013, Lima – Perú
Huamán Poma II

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