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miércoles, 27 de febrero de 2013

BREVES PASAJES DEL LIBRO "ILLARIQ"

“ILLARIQ” Yo converso con los cerros, con las lagunas, con la inmensidad del tiempo; sin embargo nadie me escucha. En las altas planicies de los andes por las mañanas, algo danza en el firmamento, sus huellas quedan en el suelo fangoso. Camina como mujer soltando ruidos de filigranas a veces, el llamado fugaz y misterioso invade a la tundra como queriendo interrogar o como queriendo dar una respuesta de lo que existe en la fría planicie de ichus. El sol sale lentamente por la cumbre más alta, aparece como disco dorado con sus barbas centellantes baña a la sabana fría, los musgos de los fangos se mueven como queriendo estirarse, los arroyos cubiertos por plaquetas de hielo se disuelven, camina y camina el agua, las huallatas que están en sus riveras levantan sus cuellos como despertándose de un profundo sueño, abren sus alas, danzan y corretean alegres con el nuevo día que llega. Geraco estaba sentado cerca Huiscaqocha, sobre una piedra fría, se calentaba con los primeros rayos del sol, lo hacían también las vizcachas, los unchuchucos salían y se volvían a meter a sus madrigueras. La mañana estaba tranquila y fascinante, de pronto las huallatas y los patillos que estaban nadando en la laguna, levantaron el vuelo asustados por alguna razón. Desde el fondo de la laguna se divisó un remolino que a toda la extensión puso en movimiento, parece que nadara un enorme pez, Geraco miraba con asombro lo que sucedía con la laguna, no tenía miedo pero presentía la llegada de alguna illa. Aparecieron una manada de varios choques, están en la estepa cerca a Huiscaqocha, miran también asombrados, es como si esperaran a alguien que está por llegar; huitoco huitoco decía Geraco al ver a un choque que está cerca a él, y, el ave nocturno daba brincos, se acercaba y se alejaba de él, en la laguna azul transparente de huiscaqocha, se abrió un boquete, el agua se estiro a los extremos de de la laguna; Queracha se quedó mudo al ver esta echura, no puede moverse ni gritar por el asombro, es omo un sueño fantástico lo que ve, al instante por el boquete, salió un muchacho alegre a corretear en la estepa, los choques se acercacron y se posaron sobre el muchacho, parece que conversan, de pronto un choque que estaba en el hombro, levantó su vuelo, se acerco a Queracha, dándole unos aleteos en su cara Queracha volvió en sí como de un sueño profundo. ¡Antaco! dijo al ver al muchacho ¡Geraco!, le contesto ¿Qué haces aquí?, si hace tiempo has muerto, manifestó Geraco. ¡No estoy muerto!, te parece, contesto Antaco. ¡Sí!, ¡Estás muerto!, si todos hemos llorado por tu partida. La muerte no existe para nosotros, solo nos ausentamos a nuestro aposento final, aclaró Antaco. ¿En verdad no estás muerto?, interrogó Geraco, acercándose con curiosidad a Antaco lo toco con sus dedos en el pecho y en los pómulos de Antaco, se convenció que era real.

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